lunes, 15 de abril de 2019

Esquema tema 21: El franquismo: política económica


Introducción:



España había tenido un desarrollo deficiente en las dos revoluciones industriales anteriores, dentro del modelo mediterráneo. En el primer tercio del siglo XX España conoce un gran desarrollo económico que va a ser cortado por la guerra civil. Después de esta, España queda destrozada económicamente. Durante la larga etapa del franquismo vamos a pasar desde la miseria y pobreza más absoluta de la autarquía, hasta el desarrollismo de los años sesenta; terminando con la crisis de 1973. 

Desarrollo:

Primera etapa: La autarquía (1939-1959)

La autarquía es una política económica que tiene como objetivo alcanzar el mayor grado de autoabastecimiento y autosuficiencia sin depender del exterior, prescindiendo de artículos importados susceptibles de ser producidos en España. Para conseguirlo se estableció una fuerte intervención del Estado en la economía. Su programa de política económica era nacionalista y estatal, intentando fomentar un rápido desarrollo dentro de una estructura de propiedad privada, pero bajo un fuerte control del Estado. Por razones ideológicas y de política exterior (aislamiento internacional tras la 2ª Guerra Mundial), el régimen adoptó de manera entusiasta esta política, ya utilizada de manera menos radical por Primo de Rivera en los años del Directorio Civil.

La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación. El primero fue el fomento industrial orientado a asegurar la independencia militar, política y económica de España  y el segundo la reglamentación del comercio


  • Industria: En 1941 se creó el INI (Instituto Nacional de Industria), siguiendo el modelo italiano. Iba a ser un gran holding industrial de propiedad estatal dedicado a la fabricación de armas, barcos, acero, coches, aviones. El estado se convertía en el primer empresario industrial del país. Empresas como ENDESA, SEAT,  RENFE, IBERIA, etc. se crean durante estos años. La industria hidroeléctrica y la siderurgia conocieron un gran desarrollo. Sin embargo, el INI será una enorme carga para el Estado: por cada empresa rentable deberá soportar varias deficitarias.
  • Comercio: importaciones y exportaciones pasaron a estar completamente intervenidas, siendo necesario contar con una autorización administrativa para realizarlas. La consecuencia fue una gran escasez de bienes imprescindibles. En lo que se refiere al comercio interior, la legislación autárquica sustituyó la ley de la oferta y la demanda por la fijación de los precios por parte del Estado, lo que condujo al desabastecimiento de alimentos y las cartillas de racionamiento (documentos que establecían cuotas rígidas sobre la compra de productos: si la carne aparecía en tu cartilla los martes y viernes, en las tiendas sólo podían venderte carne esos días). Por supuesto, eso llevó a la generalización del mercado negro (llamado estraperlo), que generó unos beneficios inmensos para los bien conectados con el régimen y empeoró la ya mala situación de la mayoría.


El resultado de esta política (unido, cierto es, al aislamiento internacional y la climatología adversa -la mítica "pertinaz sequía" de los discursos del Generalísimo-) fue un desastre sin paliativos: décadas de miseria y, en épocas como entre 1946 y 1949, de hambre en el rural. 
A principios de los años 50 comenzó una fase de lenta recuperación económica coincidiendo con el inicio del fin del aislamiento,  la obtención de ayuda norteamericana y un cambio lento en la  orientación de la política económica. La liberalización de la economía y la apertura al exterior fue, en esta etapa, muy lenta, ya que se encontraba con la oposición de la mayoría del régimen, temeroso de las consecuencias de la apertura de la economía.

Pero a finales de 1957 España estaba en quiebra: llegan nuevos ministros como López Rodo, Navarro Rubio y Alberto Ullastres, procedentes del Opus Dei, dispuestos a solucionar el problema liberalizando y racionalizando la economía española; eran lo llamados tecnócratas. Ello significaba abandonar la política autárquica. En 1959 se dio el gran paso; el plan de estabilización. 

Esta etapa aparece descrita en el libro en las páginas 379-381

Segunda etapa: El desarrollismo (1959-1973)
El Plan de Estabilización de 1959
  • El Plan de Estabilización es el cambio económico más importante del franquismo. Se trataba de insertar la economía española en el mercado internacional, limitando la intervención del gobierno en economía: acabar con las restricciones a las exportaciones e importaciones, permitir la entrada de inversiones extranjeras y eliminar las trabas al comercio interior.. Es decir, otorgarle el protagonismo al mercado, aún continuando con la economía mixta y el proteccionismo comercial.
  • Se estableció como objetivo el ajustar el gasto público a los ingresos, para lo que se aumentaron los impuestos indirectos y se restringieron los gastos. Se subieron los tipos de interés y se fijo un techo al crédito bancario. Se fijo un tipo de cambio único y realista para la peseta. Todas estas medidas iban dirigidas a reducir la inflación y por tanto racionalizar y sanear la economía española
  • A corto plazo, el plan de estabilización provocó crisis y paralización de la economía y un aumento considerable del paro, lo que aceleró la emigración exterior (fomentada por el Estado). Esta recesión, que duró poco, permitió sanear la economía española para aprovechar la buena coyuntura económica internacional. Las inversiones extranjeras aumentaron considerablemente, al igual que el turismo
  • A partir de 1962 se inician los Planes de Desarrollo, centrados en la industria, para incrementar el crecimiento económico y paliar los desequilibrios territoriales. A este fin se crearon los polos de desarrollo, lugares donde el establecimiento de las empresas tenían bonificaciones y rebajas fiscales. En general, no consiguieron sus objetivos, y España incrementó su desequilibrio territorial
  • El eterno problema agrario se "solucionó" por la vía del éxodo rural: la abundante mano de obra sobrante en el campo se trasladó a los polo industriales (sobre todo Madrid, Barcelona y País Vasco) y el papel del sector primario en la economía se redujo a lo anecdótico. Ya no hacía falta la reforma agraria: los desequilibrios en el tamaño de las parcelas continuaban, pero ya no importaba a nadie.
  • La industria fue la gran protagonista: Siderurgia, metalurgia, cemento, química, fabricación de automóviles, construcción naval y fabricación de electrodomésticos y aparatos electrónicos  se situaron a la cabeza, y en este caso con una distribución geográfica más amplia: aparecen polos como el Valle del Ebro, el Levante...
  • El sector servicios también sufrió una importante transformación a la vez que tuvo un intenso crecimiento: El aumento de poder de compra de los españoles hizo que crecieran comercio, transporte, etc (simbolizado por el mítico 600, el primer coche de millones de españoles). Pero el subsector que más creció fue el turismo que, junto con la inversión extranjera y las remesas de los emigrantes (el dinero que enviaban a España desde su lugar de trabajo, sobre todo Francia, Alemania y Suiza), fueron los factores fundamentales del crecimiento. Estos tres factores compensaban la balanza de pagos.
  • En general en los años 60, en una coyuntura internacional muy favorable, se consiguió un crecimiento intenso y prolongado de la economía española. Como dice Rostow "España consiguió todo a la vez" en referencia a la industrialización completa, a la modernización de la economía, a la aparición de la sociedad consumista y al acercamiento en el desfase con respecto a Europa. En diez años, España se situó entre las diez potencias industriales del mundo y conoció tasas de crecimiento superiores al resto de los países, situándose dentro de los cinco países del mundo con mejores resultados económicos durante esos años. A este gran crecimiento se le denominó "El milagro español". Pasamos de ser una sociedad rural a ser una sociedad desarrollada postindustrial. Cierto es que partíamos de un nivel previo muy inferior al resto de nuestro entorno.
  • En cuanto a los aspectos negativos además del excesivo peso extranjero, debemos reseñar el aumento de los desequilibrios sectoriales y, sobre todo, territoriales, el excesivo proteccionismo que todavía quedaba perjudicando la productividad y la competitividad, la incapacidad de generar abundante empleo y escasa inflación, la dependencia de las importaciones en materias primas, fuentes de energía y tecnología... eso hizo que la crisis del 73 fuera más fuerte en España y, sobre todo, que siguiéramos a la cola de los países occidentales. Es decir, se perpetuaba el modelo de desarrollo de país mediterráneo
Esta etapa aparece descrita en el libro en las páginas 385-389

Epílogo: La crisis económica (1973-1975)

En 1973 estalla una crisis mundial debido a la subida vertiginosa de los precios del petróleo. Los efectos fueron muy importantes, ya que el crecimiento anterior se había basado en el turismo, las inversiones extranjeras y la emigración; tres variables internacionales que se interrumpieron con la crisis internacional. Hasta tal punto, que España fue uno de los países del mundo que más se vio afectado por esta crisis. La situación económica que se produjo fue la estanflación; es decir, cuando coinciden estancamiento económico, paro e inflación (lo peor de cada casa). Además esta crisis económica se unió con la crisis política que estaba viviendo el franquismo, lo cual hizo que no se tomaran medidas impopulares que podrían haber mejorado la situación.


Esta etapa aparece descrita en el libro en la página 394




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