Los siguientes textos deben permitirte hacer una redacción sobre los principales sectores industriales y el papel del ferrocarril en la España del siglo XIX. Teniendo en cuenta los documentos y su contexto, debes atender cuando menos a la evolución de los sectores textil y siderúrgico y sus diferencias regionales, así como a las características del desarrollo ferroviario español y sus efectos sobre lo conjunto de la economía.
Documento 1
"De 1834 a 1841, a pesar de la guerra carlista, España dio un paso decisivo hacia la economía de mercado. Paralelamente surgió en Cataluña una nueva generación de industriales decidida a aprovechar la ocasión propicia. Un despliegue cada día más nutrido de algodoneros se dispone a la conquista del consumo español. Contando con unas instalaciones que ahora se modernizan rápidamente, la joven promoción de fabricantes saca provecho del proteccionismo - a veces prohibicionismo puro y simple - que ha sabido imponer desde Madrid. Los avances son espectaculares: 8.387 toneladas de algodón en rama importadas en 1840, 15.271 en 1850, 21.207 en 1860. Esta última cifra, que es 6,2 veces superior a la de 1834, ya sitúa la fabricación algodonera catalana en un lugar importante dentro de Europa, por delante de los correspondientes a Bélgica e Italia, por ejemplo. El éxito se debe tanto a un proceso de sustitución de importaciones (descenso de los artículos ingleses y franceses) como a la sumisión del resto del textil español, sobre todo del lino. (...)".
Jordi Nadal: "Moler, tejer y fundir. Estudios de historia industrial".
Documento 2
Los primeros altos hornos privados surgieron en Lugo (Galicia). Concretamente en 1794 y en Sargadelos. (...) Más tarde, la siderurgia pasó a Andalucía. Siguiendo el modelo europeo de altos hornos al carbón vegetal y afinación y laminación a la hulla se instalaron plantas en Marbella (Málaga) y en Cazalla de la Sierra (Sevilla). Pero la hegemonía de la siderurgia andaluza no pudo prolongarse más allá de 1863, cuando las fábricas asturianas de Mieres (desde 1852) y La Felguera (desde 1.859) empezaron a trabajar a pleno rendimiento. La primacía de Asturias se debió a la abundancia de hulla y de mena de hierro en su territorio. Pero esta primacía, después de la irrupción del convertidor Bessermer, pasó a Vizcaya. Al terminar en 1876 la Tercera Guerra Carlista, algunos empresarios europeos, con el fin de conseguir mineral barato para sus altos hornos, comenzaron a instalarse en la ría del Nervión. La oferta aparecía así dividida entre los productores asturianos y vascos. (...) Finalmente, se acentuó la hegemonía vizcaína al frente de la siderurgia española y se concentró toda la producción en el norte
Alberto Miguel Arruti - Historia de la siderurgia española
Documento 3
Art.1. Los ferrocarriles se dividirán en líneas de servicio general y de servicio particular.
Art.2. Entre las líneas de servicio general se clasificarán cómo de primera orden las que, partiendo de Madrid, terminen en las costas o fronteras del reino (...).
Art.4. La construcción de las líneas de servicio general podrá verificarse por el Gobierno, y en su defecto por particulares o compañías. (...)
Art.14. Las concesiones de las líneas de servicio general se otorgarán por un plazo de noventa y nueve años como máximo.
Art.15. Al expirar el plazo de la concesión, adquirirá el Estado a línea concedida con todas sus dependencias, entrando en el disfrute completo del derecho de explotación. (...)
Art.20. Se conceden desde luego a todas las empresas de ferrocarriles: 1. Los terrenos de dominio público que hayan de ocupar el camino y sus dependencias (...). 4. La facultad exclusiva de percibir, mientras dure la concesión, y de acuerdo con las tarifas aprobadas, los derechos de peaje y los de transporte.
Ley [de clasificación de ferrocarriles]. 3-6-1855
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