Los siguientes textos deben permitirte hacer una redacción sobre el movimiento obrero en España en el siglo XIX. Habida cuenta los documentos y su contextualización, debes atender cuando menos a las razones de las reivindicaciones obreras, a la evolución de las formas de organización de los trabajadores desde las sociedades de socorros mutuos hasta las organizaciones de clase, a los poderes a los que tuvieron que hacer frente y a los efectos de sus luchas
Documento 1
Art. 1. Queda sancionado el derecho que a todos los ciudadanos asiste para constituir libremente asociaciones públicas.
Art. 2. Los asociados pondrán en conocimiento de la autoridad local el objeto de la asociación, y los reglamentos o acuerdos por los que hayan de regirse.
Art. 3. Las reuniones públicas que los asociados celebren se sujetarán a lo establecido en el decreto relativo a ellas.
Art. 4. Se prohibe a las asociaciones, cualquiera que sea su objeto, reconocer dependencia y someterse a autoridad en país extranjero.
El Ministro de la Gobernación, Práxedes Mateo Sagasta.
Decreto sobre el derecho de asociación (20 de noviembre de 1868)
Art. 1. Queda sancionado el derecho que a todos los ciudadanos asiste para constituir libremente asociaciones públicas.
Art. 2. Los asociados pondrán en conocimiento de la autoridad local el objeto de la asociación, y los reglamentos o acuerdos por los que hayan de regirse.
Art. 3. Las reuniones públicas que los asociados celebren se sujetarán a lo establecido en el decreto relativo a ellas.
Art. 4. Se prohibe a las asociaciones, cualquiera que sea su objeto, reconocer dependencia y someterse a autoridad en país extranjero.
El Ministro de la Gobernación, Práxedes Mateo Sagasta.
Decreto sobre el derecho de asociación (20 de noviembre de 1868)
Documento 2
Los firmantes, (...) protestan solemnemente, en nombre de todos los trabajadores asociados en España y en la faz del mundo, del brutal y escandaloso atropello de que han sido victimas.
Dos días después de celebrarse con toda libertad las elecciones para el Congreso burgués, donde han de debatirse las contiendas de nuestros explotadores, no contentos con el despojo, apelan a la represión y a la violencia, atropellando esas mismas leyes que ellos mismos han hecho, y disuelven por la fuerza bruta el Congreso obrero donde debían tratarse las cuestiones relativas al trabajo y la organización de los trabajadores (...)
Hasta ahora se habían limitado a insultarnos y amenazarnos en sus discursos y en sus circulares; hoy proclaman en alta voz, con un acto ilegal y violento, que los hijos del trabajo no pueden reunirse pacíficamente.
La guerra social, la guerra entre pobres y ricos, la guerra entre señores y esclavos, entre oprimidos y opresores, está declarada, y declarada por el gobierno actual, representante de la burguesía española.
Trabajadores, agrupémonos, organicemos nuestras huestes, templemos nuestras armas y preparémonos para una lucha más o menos próxima.
¡Abajo los privilegios!
¡Abajo la explotación del hombre por el hombre!
¡Abajo la tiranía!
¡Viva la Asociación Internacional de trabajadores!
Manifiesto de la Federación Regional Española de la AIT, 2 de abril de 1872, firmado por Paúl Lafargue y otros.
Documento 3
2. Prohibimos asimismo asistir a las reuniones de círculos o asociaciones en que, ya con embozo, ya con claridad, se sostengan los errores del socialismo contra la propiedad y contra la orden pública.
3. Prohibimos la lectura de periódicos, revistas u hojas sueltas en que se defiendan y propalen los errores del socialismo.
(...)
6. Exhortamos a todos nuestros diocesanos a que dirijan a Dios fervientes plegarias para que jamás arraigue en nuestra archidiócesis la planta venenosa del socialismo, y que sus propagadores no logren engañar a los incautos con las vanas promesas de una felicidad ilusoria.
ARZOBISPO DE SANTIAGO. Carta pastoral. 6-1-1898
2. Prohibimos asimismo asistir a las reuniones de círculos o asociaciones en que, ya con embozo, ya con claridad, se sostengan los errores del socialismo contra la propiedad y contra la orden pública.
3. Prohibimos la lectura de periódicos, revistas u hojas sueltas en que se defiendan y propalen los errores del socialismo.
(...)
6. Exhortamos a todos nuestros diocesanos a que dirijan a Dios fervientes plegarias para que jamás arraigue en nuestra archidiócesis la planta venenosa del socialismo, y que sus propagadores no logren engañar a los incautos con las vanas promesas de una felicidad ilusoria.
ARZOBISPO DE SANTIAGO. Carta pastoral. 6-1-1898