lunes, 4 de febrero de 2019

Esquema tema 9: La cuestión nacional en el último tercio del siglo XIX.

Introducción:

Definición de nación y nacionalismo. Tipos de nacionalismo español (pag 292-294)


Breve (muy breve) resumen de la formación del Estado español: reconquista – unificación dinástica – Imperio – centralismo borbónico (Decretos de Nueva Planta). Resultado: territorios con pretensiones de autonomía frente a España-Castilla.

Desarrollo y temas:

Estado liberal: centralista. La soberanía nacional implica la igualdad de leyes para todos los ciudadanos españoles, por lo que se eliminan las normas de los distintos territorios -> manifestaciones de descontento con este hecho (Carlismo,  cantonalismo en I República, intentos de federalismo). 

Fracaso I República (constitución federal nonata) -> reivindicaciones insatisfechas en territorios con pretensiones autonomistas (regionalismo). Se inician movimientos nacionalistas, con base cultural (Cataluña, Galicia) o político y racial (el PNV en el País Vasco). Estos movimientos nacerán como regionalistas (exigiendo una autonomía dentro de la nación española, sin negar su pertenencia a esta), pero irán avanzando hacia el nacionalismo (afirmar su condición de nación con derecho a leyes y Gobierno propio, bien dentro de un Estado español federal, bien de manera completamente independiente) 


El  catalanismo:  
  
1830: el movimiento literario de la  Renaixença impulsó un proceso de  recuperación de la cultura y la lengua propias. El paso del  catalanismo cultural al político tendría lugar en los años 80, con una  orientación regionalista y progresista, que aspiraba a lograr un mayor autogobierno para  Cataluña (Memorial de Greuges, 1885 - Valentí Almirall) . La  creación de la  Unión  Catalanista en 1891, y sus demandas de  restauración de las  instituciones  históricas y traspaso de competencias,  supondrán un nuevo paso en el proceso de afirmación  catalanista.  Será a principios del siglo XX cuando adopte una  orientación nacionalista, bajo el impulso de Prat de la Riba (Unió Catalanista, Lliga de Catalunya). El nacionalismo catalán se configura como un movimiento integrador, es decir, no independentista sino autonomista, de carácter conservador y cuyas principales bases se encuentran entre la burguesía industrial, deseosa de influir en el gobierno de Madrid para conseguir una política más favorable a la modernización económica e industrial. (Bases de Manresa, 1892)


El galleguismo: 

Primera etapa, iniciada en 1840: el  provincialismo, alentaría la progresiva toma de conciencia de las particularidades y necesidades de Galicia. Ese impulso precursor se vio reforzado en los años 60 por el Rexurdimento, el movimiento cultural iniciado por  Rosalía de Castro, que aspiraba a la revitalización del gallego como lengua literaria. Con todo,  será a partir de 1880 cuando surja el  regionalismo, defensor del derecho a la autonomía política, y que tuvo como figuras mas destacadas el liberal Manuel  Martínez  Murguía y el conservador Alfredo Brañas.

El nacionalismo vasco:
    
En el caso vasco, la evolución fue diferente y estuvo marcada por un hecho no cultural, sino político: la  abolición de los foros en 1876. Las protestas llevaron a Cánovas a aprobar los Conciertos  Económicos dos años mas tarde,  reconociendo la autonomía fiscal de las Provincias Vascas. (sistema del cupo, hasta hoy) Con todo, se crea un movimiento reivindicativo para la recuperación total de los foros, encabezado por Sabino Arana. Su ideario identificaba la etnia y cultura tradicional como elementos vertebradores del territorio que denominó Euskadi. En su defensa de la religión integrista y los fueros se configura como heredero de parte del carlismo. Para defender su independencia fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco.


Los movimientos nacionalistas irán creciendo en apoyo social durante el siglo XIX, en gran parte como respuesta a la represión centralista que sufrirán, y ya en el siglo XX se convertirán en protagonistas de la convulsa vida política del país, siendo aún a día de hoy una de las cuestiones fundamentales de la misma.



En el libro se desarrolla el tema con muuuuucha amplitud entre las páginas 293 y 309. Es recomendable resumir mucho lo que aparece ahí.

En los enlaces habituales pasa lo contrario: se le da mucho menos espacio que al resto de temas, con lo que no considero oportuno colocarlos.

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